Por fin, y después de tanto tiempo, he acabado el chal.
Tenía prisa porque tengo que hacerme una chaqueta. Las últimas vueltas se me han hecho eternas
Le llamo diablillo porque está dedicado a mi hijo, que tiene cara de diablillo.
La única pega es que lo he cerrado demasiado prieto y se da vuelta por el final.
Lo voy a planchar y ya está solucionado.
También véis el vestido con su gasa debajo.
He entallado más el vestido, cortando y cosiendo la cintura. Quedaba demasiado saco en mi parecer.
El vestido y el chal se van a Colombia.
¿Os gusta?
El mundo en mis manos
Nuestra filosofía de vida, a través de este hermoso texto
La vida es un instante que pasa y no vuelve. Comienza con un fresco amanecer; y como un atardecer sereno se nos va. De nosotros depende que el sol de nuestra vida, cuando se despida del cielo llamado “historia”, coloree con hermosos colores su despedida. Colores que sean los recuerdos bonitos que guarden de nosotros las personas que vivieron a nuestro lado.